Con unos 2.000 trabajadores temporales en rotación continua, que suponen cerca del 50% de la plantilla de producción, se llegó por parte de los sindicatos presentes en el Comité de Empresa y la Empresa a un acuerdo para pasar en cuatro años a 700 contratados temporales a contrato fijo, siguiendo para ello el orden de mayor antigüedad por servicios prestados en la empresa. Cabe indicar que algunos de estos trabajadores llevan seis o siete años vinculados como temporales.
Para este año 2018 fijaron el número de temporales a pasar a fijos en 250, y como fecha tope el 31 de marzo, según establece el punto primero del acuerdo. Llegada esa fecha, y sobrepasada la misma, solamente unos mínimos contratos se han hecho fijos, y estos pocos ligados a la decisión de la empresa. Tampoco se conoce que los sindicatos firmantes hayan hecho reclamaciones por este incumplimiento empresarial.
A este acuerdo de fijeza, “discutible en su ámbito legal”, se le dio publicidad como un logro y un gran avance. Sin embargo, hay que recordar que estos puestos de trabajo cubiertos por trabajadores de manera temporal forman parte de las tareas propias, permanentes y estables de la actividad normal de la empresa, lo que les daría la condición legal de trabajadores fijos. A pesar de todo, los trabajadores siguen preguntándose si el acuerdo firmado se llevará a cabo, cuándo y para quién. Se abren de esta manera más interrogantes sobre un acuerdo que se considera alejado de la realidad diaria de los trabajadores y que debía de haber recogido un número mucho mayor de trabajadores, tal y como propuso el sindicato Redes a la empresa en su momento.